El viaje de mi identidad profesional… ¿Un camino con etapas definidas?

Identidad profesional

La identidad profesional no aparece de la noche a la mañana, sino que, como toda formación psicológica, se construye a lo largo del tiempo. Así, en este viaje pasamos por distintos momentos durante los cuales moldeamos nuestras preferencias, habilidades y aspiraciones. ¿Alguna vez te has preguntado cómo llegaste a elegir tu profesión? ¿Fue una decisión repentina o el resultado de un proceso lleno de descubrimientos y experiencias? En este artículo, exploraremos cómo evoluciona la identidad profesional y reflexionar sobre nuestra historia personal.

Es importante tener en cuenta que, la identidad profesional no es estática, sino que implica un viaje continuo de autodescubrimiento y redefinición. Desde la infancia hasta la vida adulta, atravesamos diferentes fases que nos acercan, poco a poco, a definir quiénes queremos ser en el ámbito laboral. Veamos a continuación qué caracteriza cada una de estas fases. 

Familiarización o primeras aproximaciones al mundo de las profesiones 

En la infancia, comenzamos a interactuar con el mundo de las profesiones a través del juego. ¿Recuerdas cuando jugabas a ser médico, maestro o chef? Estos roles no eran solo entretenimiento; eran las primeras señales de identificación con actividades que nos llamaban la atención. En esta etapa:  

  • Imitamos a los adultos que admiramos.  
  • Desarrollamos preferencias basadas en lo que nos resulta divertido o interesante.  
  • Aprendemos a seguir normas y responsabilidades básicas.  
Ampliación del campo representacional y experiencial con relación al mundo de las profesiones

Durante la adolescencia, nuestro campo de experiencias se expande. La escuela, las actividades extracurriculares y las conversaciones con amigos y familiares nos exponen a nuevas posibilidades. Durante esta etapa del viaje: 

  • Incorporamos a nuestra autoimagen habilidades relacionadas con el rendimiento académico.  
  • Desarrollamos mayor autocontrol y responsabilidad.  
  • Surgen los primeros intereses afectivos por profesiones específicas, aunque aún no comprendemos del todo en qué consisten; ello como respuesta a la pregunta: ¿qué quisiera ser en el futuro?
Proceso de definición del rol profesional futuro

Esta etapa, que suele coincidir con el final de la adolescencia, la entrada al nivel de enseñanza técnico-profesional y la transición hacia la vida adulta, es crucial. Es el momento de tomar decisiones más concretas, como elegir una carrera técnica o universitaria. Durante esta fase es usual:  

  • Consolidación de la identidad personal: nos basamos en nuestros propios criterios y no solo en las opiniones externas.  
  • Las identificaciones profesionales se vuelven más racionales y emocionales.  
  • Surgen motivos profesionales claros, como el deseo de contribuir a la sociedad o alcanzar cierta estabilidad económica.
Formación y ejercicio profesional

Una vez elegido el camino, llega el momento de formarnos y poner en práctica lo aprendido. Esta etapa no está exenta de desafíos, como ajustar nuestras expectativas a la realidad laboral o reinventarnos ante nuevas oportunidades.  Durante esta fase del viaje: 

  • Nos integramos en instituciones especializadas para recibir un enfoque integral del futuro rol profesional. 
  • Paulatinamente vamos construyendo nuestro sentido de pertenencia a un grupo profesional. 
  • Nos insertamos en una actividad laboral concreta vinculada a nuestro perfil ocupacional y ello permite reafirmar nuestra identidad profesional. 

En este viaje de nuestra identidad profesional, existen varios factores que tienen una influencia importante. Entre ellos podemos mencionar: el rol de los familiares, maestros y figuras públicas que constituyen una fuente de inspiración para nuestras decisiones; el contexto socioeconómico considerando las oportunidades que tengamos a nuestro alcance, así como las demandas del mercado laboral; y es también esencial al autoconocimiento, identificar nuestras potencialidades y entender nuestras limitaciones. 

Llegado este punto puedes preguntarte: ¿en qué etapa te encuentras tú?, ¿cómo ha sido tu camino hasta ahora?, ¿cómo han evolucionado tus intereses profesionales a lo largo de los años?  Recuerda que la identidad profesional es un viaje personal y dinámico. No hay prisa por llegar a una respuesta definitiva, y está bien cambiar de rumbo si descubres nuevas rutas coherentes con tus habilidades y pasión. Lo valioso es seguir aprendiendo, creciendo y, sobre todo, disfrutando del proceso.  

Texto: Yisel. Psicóloga. Voluntaria en Inspiranza.

Imagen: Ana. Diseñadora gráfica. Voluntaria en Inspiranza.

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