Al momento de elegir una ocupación o carrera profesional, surgen muchas dudas, pero hay un dilema que se repite frecuentemente: ¿se puede vivir de lo que amas? ¿Debo elegir entre lo que me apasiona y lo que da dinero? ¿Es posible hacer las dos cosas al mismo tiempo? Actualmente, la idea impulsada por la sociedad y las redes es que se debe seguir siempre tu pasión creyendo que dará grandes beneficios económicos. Sin embargo, esta premisa no siempre se cumple. Por ende estos cuestionamientos en muchos casos provocan angustia, ya que eligiendo una opción, se abren puertas pero se cierran otras. Entonces, ¿cómo puedes decidir?
Lo primero a pensar es que la realidad nos muestra que no todo se adapta exactamente a lo que anhelamos, y es necesario tener eso claro. Puedes estar seguro de querer trabajar en informática, diseño, publicidad, música, o alguna otra ocupación, pero el contexto que vives puede dirigirse a otras posibilidades. Por ejemplo, es importante que aportes a nivel económico en tu hogar o no conseguiste plaza en algún centro universitario que deseabas. Entonces, ¿supone esto que estás condenado a una vida de insatisfacción?
La pasión y la realidad: ¿una combinación posible?
A este interrogante es difícil responder con un simple sí o no. Elegir tu ocupación es decir a lo que te vas a dedicar a trabajar, es una decisión importante pero no te define como ser humano. El trabajo es una dimensión relevante de quienes somos porque al final tenemos muchas horas dedicadas a esta actividad, pero no determina tu esencia, o sea quien eres tú. En los casos que no se ha podido trabajar en lo que se deseaba o se estudió, poder brindar un espacio a lo que te apasiona, aunque en ese momento no constituya tu ingreso principal, es el secreto de poder lograr equilibrio y el arte de vivir un poco más a gusto con la vida. Es cierto que en algunos casos ocurre esta fusión, pero es fundamental no obsesionarse con esa idea. De acuerdo al portal El economista de España, cuatro de cada diez jóvenes españoles no trabajan en lo que estudiaron, por tanto es importante ser flexibles.
¿Has pensado sobre la posibilidad de unir trabajo y pasión de manera creativa?
Imagina a una persona que trabaja durante el día y utiliza la noche para escribir, pintar, tocar música o cultivar esa pasión que le mueve en la vida. No se trata de elegir una única opción sino de cómo puedes integrar lo que amas y lo que en realidad deseas hacer en tu vida, aunque no sea la fuente principal de ingresos.
La fuerza de las pequeñas decisiones
Deseo compartir contigo la historia de un individuo que conocí mientras trabajaba. Le encantaba el arte, pero se dedicaba a funciones administrativas. Había elegido la administración como carrera porque en ese momento, en su contexto, era la carrera que tenía mayor auge y había mucho empleo. Pasaron varios años en los que sufría constantemente por sentirse en el lugar equivocado, y sentía que se había traicionado a sí mismo. No obstante, un día tomó la decisión de crear un emprendimiento de jabones artesanales, que él mismo diseñaba con formas bastante creativas. Consigue integrar ese deseo en su vida, aunque no podría dedicarse del todo a esa actividad porque necesitaba sus ingresos económicos. Sin embargo su actitud era diferente con la vida se le veía con mayor pasión y más satisfecho con lo que hacía.
Este ejemplo, me enseñó que no siempre es necesario optar por una de las dos alternativas. Es posible hallar una forma de ofrecer un lugar a lo que amas, y combinarlo con estabilidad económica.
Algunos otros ejemplos que te dejo para pensar son: un carnicero que escribe su primer libro por las noches, un psicólogo que toca el piano y combina su pasión por la música en sesiones de musicoterapia, un ingeniero que hace muebles en su tiempo libre y los utiliza para decorar su casa. Se trata de lograr un balance entre tu vida laboral y tus pasiones, no es necesario renunciar a ninguno de los dos.
Escribe tus objetivos, visualízalos, pero mantente flexible.
En primer lugar, es importante crear una lista de deseos y metas que quieres alcanzar. Así puedes acercarte un poco más a lo que es relevante para ti. Luego piensa de qué formas puedes alcanzar esas metas, compara con tu contexto actual y tus opciones reales. Posteriormente crea posibilidades, fórmulas en las que puedes combinar esas dos: vocación y ocupación laboral. Así podrás contemplar un montón de escenarios posibles y no encasillarte en una única opción que podría generar frustración, esto es muy similar a cuando te dicen: hay que tener más que un solo plan.
Tomar atajos te puede llevar a descubrir destinos maravillosos, y aunque no estés siguiendo un camino directo y estricto a tu sueño, cada paso que des está abonando a ese proceso.
El equilibrio perfecto tal vez no exista, pero puedes construir tu propio equilibrio
No hay una fórmula mágica y menos única para poder hacer lo que amas y mantener la estabilidad económica. Cada sujeto, desde su singularidad, tiene una historia y es desde allí donde debes construir tus sueños y metas. Ser realistas y crear distintos caminos que te ayuden a acercarte a esa vocación, es un trabajo que hacemos todos los días pero que tiene recompensas maravillosas. Puede que cuando empieces a trabajar no sea lo que te apasione, pero si logras mantener viva esa pasión en ti, no perderás tu esencia y podrás vincular eso en tu vida diaria.
Texto: Natalia. Psicóloga. Voluntaria en Inspiranza.
Imagen: Ana. Diseñadora gráfica. Voluntaria en Inspiranza.