El mantra OM es uno de los más usados en las clases de Yoga y en las prácticas de meditación. Seguro que, aunque no hayas practicado nunca, lo conoces, lo has escuchado o has acudido a él como símbolo de calma, de conexión, de relajación.
Todos el algún momento de estrés o de tensión hemos cerrado los ojos, tomado una respiración y vibrado con el OM.
Pero ¿te has preguntado alguna vez de dónde viene y qué significa? Vamos a explicaros de forma breve su origen y cómo puedes usarlo para que te ayude a relajarte en momentos que lo necesites.
El origen del mantra OM
El OM (también transcrito en ocasiones como AUM), es una sílaba en sánscrito que se considera el sonido primordial y la base de la mayoría de los mantras de muchas filosofías y tradiciones orientales como el hinduismo y el budismo. Se puede traducir de varias formas, según los textos a los que acudas, como pasa con todas las tradiciones que vienen de hace miles de años. La traducción más extendida es la de la unión de los físico con lo espiritual, de conectar el cuerpo con la mente, con las emociones, con tu energía.
En la tradición del Yoga se considera el sonido primero, del que surgen todos los demás sonidos, un sonido universal. Se usa, normalmente, al principio y al final de las clases ya que sirve de ayuda para tomar conciencia del momento presente. Desconectamos de lo que ha pasado durante el día y concentrarnos en la práctica conectando con el cuerpo, con la respiración y con la calma.
Hay muchos maestros que recomiendan usarlo en cualquier momento que necesites esa conexión. Cuando ocurre algo que te enfada, que te moleste, o que te pone de mal humor. Cierra los ojos y pronuncia esta sílaba.
Si quieres probarlo, la manera correcta de pronunciarlo es AUM. Toma una profunda inhalación, suelta todo el aire, inhala de nuevo profundo y suelta el aire mientras lo cantas. Hay varias teorías según las escuelas: hay quién dice que el sonido de la AU y de la M tienen que durar lo mismo, que sea equilibrado, y hay otras que no le dan importancia a este detalle. A mi, personalmente, me gusta alargarlo todo lo que me permita mi respiración. Es importante también mantener un silencio al final. Ese silencio forma parte del mantra y te permite observar qué efectos ha provocado su canto.
¡Te aseguro que cantar no se me da nada bien! Te digo esto porque hay gente que tiene algunos reparos o le da un poco de vergüenza cantarlo en voz alta. La vibración del mantra OM tiene un efecto en el sistema nervioso, consigue que vaya más lento y, por tanto, te sumerge en un estado de calma y paz.
Puedes probarlo sentándote en posición de meditación, con las piernas cruzadas, las manos sobre las rodillas y la espalda erguida. También de pie, al comienzo de tu esterilla antes de comenzar tu práctica de Yoga. ¡O en cualquier momento que lo necesites! Prueba simplemente a cerrar los ojos, colocar tus manos en el pecho para sentir la vibración, tomar una respiración profunda y… OOOOOOMMMMM
Rosa. Profesora de Yoga. Voluntaria en Inspiranza.