Entrevista de trabajo

Tanto si es la primera vez que te enfrentas a una entrevista de trabajo como si ya tienes experiencia este aspecto siempre se pueden experimentar nervios antes y durante la entrevista, especialmente cuando estás comenzando a adentrarte en el mercado laboral.

Una entrevista de trabajo pueden ser tanto emocionante como aterradora. Es un momento crucial de cara a tu futuro laboral. Pero no te preocupes, aquí te ofrecemos una guía práctica para que te enfrentes a esa entrevista con confianza y determinación y, por supuesto, que esto ayude a controlar tus nervios.

Preparación previa

La preparación es clave. Antes de la entrevista, investiga a fondo la empresa. ¿Qué hace? ¿Cuál es su misión?, ¿cuál es su visión?, ¿qué valores tiene?

Toda esta información siempre podemos encontrarla tanto en sus páginas web como en sus redes sociales. Conocer la empresa no solo te ayudará a entender mejor el puesto, sino que también te permitirá hacer preguntas relevantes y demostrar tu interés.

También es muy conveniente que repases la descripción del puesto de trabajo para el que aplicas. Identifica las habilidades y experiencias que buscan y piensa en ejemplos específicos de tu pasado que demuestren que cumples con esos requisitos.

Si no posees experiencia previa piensa en habilidades que creas que posees y que pueden ayudar en el desempeño del trabajo. Ante falta de experiencia hay que saber venderse.

Piensa bien y practica tus respuestas

En una entrevista de trabajo, no se trata solo de pensar en las respuestas correctas, sino en cómo comunicar tus ideas claramente. Practica tus respuestas a preguntas comunes como:

– ¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades?

– ¿Por qué quieres trabajar aquí?

– ¿Cuáles son tus logros más importantes?

– ¿Qué sabes de la empresa?

– ¿Por qué crees que eres la persona ideal para el puesto?

Hacer esto te ayudará a sentirte con más seguridad y a responder con fluidez durante la entrevista.

Prepara preguntas inteligentes

Una entrevista es una conversación de dos vías. Al final, cuando te pregunten si tienes alguna pregunta, asegúrate de tener algunas preparadas. Por ejemplo: pregunta sobre el equipo con el que trabajarás, los retos que enfrenta la empresa o las oportunidades de crecimiento. Esto demuestra que estás pensando en cómo puedes contribuir a la empresa a largo plazo.

Cuida tu imagen personal

Tu apariencia cuenta. Viste de manera profesional y adecuada para el tipo de empresa y el puesto al que estás aplicando. Si no sabes bien qué ponerte es mejor optar por un estilo más formal. La primera impresión es importante, y una apariencia pulida puede hacer una gran diferencia.

Controlar los nervios

Es natural sentir nervios. Para manejarlos, respira profundamente y visualiza el éxito. Llegar temprano, estar bien preparado y mantener una actitud positiva también te ayudará a sentirte más en control. Recuerda, los entrevistadores también están allí para conocerte mejor y no solo para evaluar tus respuestas.

Puntualidad

La puntualidad es crucial. Llegar tarde a una entrevista de trabajo puede dar una mala impresión. Planea tu ruta con anticipación y trata de llegar unos 10-15 minutos antes de la hora programada. Esto no solo muestra respeto por el tiempo de la persona que te va a entrevistar, sino que también te dará un momento para relajarte antes de empezar.

Cuidado con los tiempos de espera. En algunas ocasiones, ya te están observando desde el momento en el que estás en la sala de espera para ver tu actitud y tu disposición, utilizar el móvil es un recurso fácil para no aburrirse pero que la persona que te va a entrevistar quizás no vea con buenos ojos.

Escucha activa

Durante la entrevista, es esencial escuchar atentamente. No solo te ayuda a entender mejor las preguntas y expectativas de la persona que te entrevista, sino que también muestra tu interés genuino en la conversación. Tómate tu tiempo para pensar antes de responder y asegúrate de que tus respuestas estén alineadas con lo que se te ha preguntado.

Muestra entusiasmo

El entusiasmo es contagioso y puede hacer que destaques. Demuestra tu pasión por el puesto y la empresa. Habla con energía sobre tus experiencias y cómo se alinean con los objetivos de la empresa. Una actitud positiva puede ser tan importante como las habilidades técnicas.

Cuida la comunicación no verbal

Tu lenguaje corporal es muy importante. Mantén una postura erguida, haz contacto visual y evita cruzar los brazos. Estos pequeños detalles pueden transmitir confianza y apertura. Recuerda sonreír, ya que esto hace que tu presencia sea más amigable y accesible.

Prepara posibles preguntas difíciles

Prepárate para preguntas difíciles o inesperadas como:

– ¿Cuál es tu mayor fracaso y qué aprendiste de él?

– ¿Cómo manejas el estrés y la presión?

– ¿Por qué te despidieron de tu último trabajo?

La clave es mostrar honestidad y enfocar tus respuestas en lo que has aprendido y cómo te has desarrollado a partir de esas experiencias.

Preocúpate por hacer seguimiento

Después de la entrevista, no olvides hacer un seguimiento. Envía un correo electrónico a la persona que te ha entrevistado agradeciéndole por su tiempo y reiterando tu interés en el puesto. Este gesto demuestra cortesía y refuerza tu entusiasmo por el trabajo.

Sé fiel a tu esencia

Finalmente, recuerda que la entrevista es una oportunidad para que ambas partes se conozcan mejor. Mantén la calma, la autenticidad es clave. No trates de ser alguien que no eres; en su lugar, muestra tu verdadera personalidad y deja que tu entusiasmo y habilidades brillen.

Recuerda, cada entrevista de trabajo es una oportunidad de aprender y crecer. No importa el resultado, cada experiencia te acerca un paso más a tu próximo gran trabajo.

¡Buena suerte!

Texto: Blanca. Recursos Humanos. Voluntaria en Inspiranza.

Diseño: Mery. Diseñadora gráfica. Voluntaria en Inspiranza. 

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