redes sociales

Vivimos en un mundo donde las redes sociales nos mantienen conectados a todo lo que pasa alrededor, pero, a veces, ese acceso constante puede ser una trampa emocional. En lugar de sentirnos mejor, las redes pueden hacernos sentir más vacíos o frustrados. ¿Te ha pasado que, cuando te sientes mal, en vez de relajarte, terminas más estresado o insatisfecho después de pasar un rato en tu teléfono?

Cuando nos sentimos tristes, ansiosos o aburridos, la tentación de “escapar” a través de las redes es grande. Miramos videos que no nos aportan nada, seguimos cuentas que solo nos distraen por un rato, pero que en realidad nos alimentan con más de lo mismo: comparaciones, estrés o inseguridades. Aunque creemos que nos desconectamos del malestar, al final estamos alimentando esas emociones negativas.

¿Por qué recurrimos a las redes sociales para escapar?

La respuesta es simple: cuando estamos mal, a menudo evitamos enfrentarnos a lo que sentimos. Las redes sociales nos ofrecen un mundo lleno de entretenimiento, noticias y estímulos que nos mantienen ocupados. Sin embargo, en lugar de mejorar, seguir cuentas con vidas “perfectas” o temas que nos preocupan solo hace que nos sintamos peor. Nos comparamos con otros, nos llenamos de ansiedad y, en lugar de sanar, nos hundimos más.

La desconexión interna

Este uso desmedido de las redes nos desconecta de lo que realmente necesitamos: nuestras emociones, nuestro cuerpo y las relaciones reales. En lugar de estar presentes en el momento y sentir lo que estamos viviendo, nos perdemos en las pantallas. Esto nos aleja de nosotros mismos y de lo que realmente nos hace bien.

¿Cómo podemos cambiar este ciclo?

Lo bueno es que siempre estamos a tiempo de hacer un cambio. Aquí te dejamos algunas ideas para que tu relación con las redes sociales sea más saludable:

  1. Conectar con lo real: Haz un esfuerzo por salir al aire libre, respirar profundamente y conectar con la naturaleza. La sensación de bienestar que te da el mundo real no se compara con la de una pantalla.
  2. Fomentar relaciones auténticas: Las redes pueden ayudarte a mantenerte en contacto, pero no reemplazan la conexión cara a cara. Aprovecha para ver a tus amigos y familiares sin la intervención de la tecnología.
  3. Escuchar tus emociones: En vez de huir de lo que sientes, date tiempo para reflexionar. Puedes meditar, escribir o solo quedarte en silencio para conectar contigo mismo.
  4. Filtra el contenido: Deja de seguir cuentas que te hacen sentir mal o inseguro. Prioriza aquellas que te inspiran a ser la mejor versión de ti mismo.
  5. Establece límites: Si te das cuenta de que las redes te están absorbiendo, establece horarios para usarlas o incluso días sin pantalla. Esto te ayudará a reconectar con actividades que realmente te nutren. 

    Las emociones son parte de ti, no algo que debas evitar. Recuerda que las emociones, aunque a veces incómodas, son parte de nuestra vida. En lugar de taparlas con contenido digital, es mejor enfrentarlas con autocompasión y conciencia.

 

Texto: Julieta. Profesora de Yoga. Voluntaria en Inspiranza.

Imagen: Ana. Diseñadora. Voluntaria en Inspiranza.

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