Sí, dar un paseo puede ser una práctica de meditación. Empecemos por el principio.
¿Qué significa meditar? Actualmente, se entiende el concepto de meditar como un estado de relajación que nos permite apagar el ruido externo y conectar con nuestro cuerpo y sus sensaciones, ayudándonos a mantenernos en calma. La atención plena, también conocida como mindfulness, es una forma de escuchar a nuestro cuerpo, emociones y pensamientos.
Vivimos en la era del hacer, rodeados de cientos de estímulos y demandantes obligaciones. Entonces, ¿cuándo podemos relajarnos? Los momentos de la práctica de meditación pueden convertirse en un refugio de observación y compasión. Si alguna vez has sentido que meditar no es para ti porque se siente un gran esfuerzo tratar de mantener los ojos cerrados y estar quieto, queremos invitarte a que incorpores la atención plena a tus días a través de la meditación activa.
Cualquier ejercicio que realicemos puede ser una forma de meditación activa. Para practicarla solamente tenemos que integrar nuestro cuerpo, mente y espíritu a lo que estemos haciendo, centrando todos nuestros sentidos y pensamientos en ese momento. Lo importante es intentar percibir todas las sensaciones sin forzar silenciar ningún pensamiento que pueda aparecer, debemos dejarlo ir.
La meditación activa es meditación en movimiento. Nos conecta con el aquí y ahora mientras realizamos actividades diarias. Si prestamos más atención a lo que sucede en nuestro cuerpo mientras realizamos una tarea, podremos conectarnos más con el presente y ser más conscientes de nosotros mismos. Y una excelente forma de practicar la meditación activa es dar un paseo.
Día Mundial del Paseo
¿Sabes qué tiene de especial de especial cada 19 de junio? Se celebra el Día Mundial del Paseo. Esta iniciativa surgió en 1979, como respuesta a la creciente popularidad del jogging o running para poner en valor justamente lo contrario: caminar a ritmo de paseo. Es una celebración ideada por W.T. Rabe para concienciar a las personas sobre la importancia de incorporar el hábito de caminar en su vida diaria y fomentar un estilo de vida más activo y saludable.
Queremos sumarnos a esta celebración con una invitación: Haz una pausa. Ponte tus zapatos cómodos y camina. Sal a dar un paseo. Solo eso. Será lo único que necesitarás para que tu mente logre tomar una perspectiva diferente y así ganarás más claridad.
Mientras lees este artículo, te proponemos una pequeña visualización: Cierra los ojos para imaginarte caminando. Al caminar, conecta con la presión firme pero suave que hacen tus pies en el suelo. Nota la sensación de estiramiento en cada pantorrilla cuando las levantas. Siente la frescura de la brisa en tu cara y la suavidad de la ropa que llevas puesta. Percibe los sonidos a tu alrededor que muchas veces pasan desapercibidos, pero que están ahí, al igual que tú. Ahora abre los ojos y no olvides que la forma más rápida de salir de tu mente es entrar en tu cuerpo.
Aprovecha este día para dar un paseo, para descubrir parques, senderos naturales o calles pintorescas en tu ciudad. Si mantienes una actitud curiosa, los diferentes, variados, y tal vez aún no descubiertos entornos pueden hacer que tus paseos sean más interesantes y estimulantes.
Consejos para dar un paseo mindfulness
Te damos algunos consejos que pueden ayudarte a comenzar con este hábito tan beneficioso para tu salud.
- Decide cuánto tiempo puedes destinar a esta práctica. Tener una expectativa de tiempo y ruta tranquiliza a una mente estresada. Puedes planear un paseo corto o aventurarte a seguir a tus pies y a tu corazón. Pregúntate cada día, ¿es hoy un buen día para seguir las recomendaciones sobre rutas nuevas o es mejor caminar por las ya conocidas cuadras? Si sueles pasear con tu mascota, ¿qué tal que hoy te permitas que te guíe a su ritmo y rumbo?
- Planea lo planeable. ¿Necesitas tener agua contigo? ¿Y el clima? ¿Necesitas abrigo, gorra, bloqueador, botas…? ¡Y permite vivenciar esta aventura!
- Inicia tu paseo con una respiración profunda y con una intención. ¿cómo quiero que sea mi día hoy? Cuando notes que tu mente se distrae alejándote de apreciar tu entorno, déjala descansar y concéntrate en tu respiración. Sonríe, agradécele por su gran capacidad para asociar diferentes ideas y relájala regresando tu atención a los olores, a tu propio movimiento, a lo que sí hay a tu alrededor.
- ¡Da el primer paso! Siente tu cuerpo y observa cuál es el pie que carga más peso, si el suelo por donde caminas es suave o firme. Respira con calma mientras disfrutas del aire que ingresa a tu cuerpo para lograr esa cadencia al caminar.
- Haz fotos de las cosas que te encuentras a tu paso. Es otra forma de enfocar tu atención. Fotos de flores, de semáforos, de plantas de hojas pequeñas… Tomamos fotos como ticket de vuelta a un momento que de otra forma se hubiera ido. Al final de tu caminata, mira tus fotos. ¿Recuerdas lo que estabas pensando al tomarla? Puedes dedicar unos minutos a escribir lo que despierta en ti esas fotos.
Al caminar sabemos que la fortuna del camino es que nuestra procedencia y destino pueden pasar a segundo plano si sabemos volver a quiénes somos. ¿Ya sientes el entusiasmo por abrirte al contacto con el mundo interior y exterior sin juzgarlo? Ya verás que a través de cada paseo que realices practicando la meditación activa te conectarás al instante más preciado, tu presente.
Si celebramos los días mundiales, nos unimos como comunidad global para impulsar acciones colectivas que generen un impacto significativo en la sociedad. Podemos hacerlo al compartir información en redes sociales o blogs hasta participar en eventos comunitarios y campañas de sensibilización. Cada uno de nosotros puede contribuir a la difusión de este tipo de mensajes y así promover cambios positivos.
Texto: Julieta. Profesora de Yoga. Voluntaria en Inspiranza.
Imagen: Mery. Diseñadora gráfica. Voluntaria en Inspiranza.