Allá por el verano de 2016 se publicó uno de los videojuegos para móviles más
famosos en todo el mundo: Pokémon GO. Me lo descargué entonces, y estuve ese verano
jugando acompañado de mis amigos. Pero como entonces el juego no tenía muchas cosas que
se pudieran hacer en él, nos aburrimos al cabo de unas semanas y cuando terminó el verano
dejamos de jugar.
Unos años después, mis amigos me convencieron para descargarlo de nuevo mientras
estábamos de viaje. Vi entonces que el juego tenía ya más sustancia, y me gustó lo suficiente
como para seguir con él una vez volví a casa. Cuando me quise dar cuenta había sucedido algo
muy curioso: Ahora no solo conocía muchísimo mejor el mapa de mi ciudad, también conocía
los puntos de interés y en algunos casos incluso por qué eran, precisamente, puntos de
interés. Gracias a un juego que usaba solo para pasar el tiempo, ahora conocía y comprendía
de manera más profunda mi ciudad.
¿De qué va Pokémon GO?
Para quienes no lo sepan, Pokémon GO es un videojuego gratuito para móviles
desarrollado por Niantic. En él, tendremos que atrapar distintas especies de Pokémon (que
vienen a ser unos monstruos amigables), que después podemos utilizar para combatir contra
otros Pokémon. La gracia del juego está en que los Pokémon aparecen y desaparecen en el
mapa real de la zona en la que estemos. El juego utiliza la geolocalización de nuestro móvil
para situarnos, y nosotros tendremos que movernos en la realidad para que nuestro personaje
se mueva en el juego.
Pero no podemos atrapar Pokémon sin límite. Tenemos que utilizar distintos tipos de
Poké Balls, que son unos objetos finitos, para capturarlos. Para reponer nuestro arsenal
tendremos que acercarnos a PokéParadas y Gimnasios Pokémon, puntos de interés reales que
aparecen marcados en el mapa del juego. Estos puntos son edificios emblemáticos, estatuas,
parques, … Incluso grafitis. Además, dentro de las paradas suele haber una descripción en la
que se nos habla de ella en mayor profundidad. Aparte de Poké Balls, en estos lugares
obtendremos otros objetos útiles como bayas que nos ayuden en la captura o incluso huevos
de Pokémon, que tendremos que incubar y caminar una distancia determinada para que
nazcan.
Esto, que a primera vista no parece nada importante, acabó haciendo que viese
Pokémon GO de otra manera. Al principio no le daba mayor importancia a las paradas y los
gimnasios. Pero gracias a la manera en la que se utilizan en el juego acabé conociendo mi
ciudad con una profundidad que antes no podría ni haber imaginado. No solo aprendí y
comprendí el mapa de la ciudad, sino que también conocí los puntos de interés y qué era lo
que hacía que fuesen importantes. No solo podía moverme mejor por allí, también incluso
conocía ahora mejor parte de su historia.
Y no hay que olvidar que Pokémon GO es un juego social. Podemos competir con otros
jugadores de diversas maneras, pero también necesitaremos su colaboración para ser capaces
de atrapar ciertos Pokémon especiales. El juego tiene una comunidad muy activa, y es
probable que haya algún grupo organizado de jugadores por tu zona.
En resumen, Pokémon GO es una buena manera de animarse a hacer algo de ejercicio
ligero paseando y conociendo en mayor profundidad nuestros alrededores. Si te has mudado
hace poco o simplemente quieres conocer mejor tu pueblo o ciudad, Pokémon GO te permite
hacerlo de manera sorprendentemente amena y divertida.
Juanma. Redactor. Voluntario en Inspiranza.