encontrar mi vocación

Saber a qué queremos dedicarnos es una decisión importante. Seguramente ya te habrás preguntado alguna vez qué quieres hacer, cómo encontrar mi vocación. Para ello, te planteo que sustituyas la pregunta “¿qué quiero hacer?” por “¿qué me gusta hacer?”

Seguramente, habrás escuchado alguna vez la frase “elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un sólo día de tu vida” (Confucio). Para entender su significado, te sugiero que pienses en algo que te agrade hacer. Ya sea dibujar, jugar a videojuegos, cantar, hacer deporte, cuidar animales… Cualquier cosa que te haga feliz. Pues bien, ahora quiero que imagines que esa actividad se transforma en tu profesión ¿No sería genial? Sentirías que no estás trabajando. Sino que estas disfrutando haciendo lo que amas. 

Muchas veces cuando nos planteamos “qué quiero hacer”, enfocamos la respuesta a las salidas laborales. Si cambias el enfoque y piensas “qué me gusta hacer” es probable que tu respuesta sea otra. El mundo es cambiante y los seres humanos somos evolución. Cuando te interesa lo que haces, lo haces bien. Piensa que esa puede ser la verdadera puerta que abra tu camino al mundo profesional. 

CONSEJOS PARA ENCONTRAR MI VOCACIÓN 

Para que comiences tu andadura, tener en cuenta estos consejos pueden ayudarte. 

  • La vocación no es algo inamovible. Con el tiempo, tus gustos pueden cambiar. Y no pasa nada. A lo mejor descubres otras actividades que te llenan de vida. Recuerda que lo importante es estar cómodo con lo que haces.
  • Vive experiencias. A menudo creemos que la vocación es innata. Plantearte cuáles son tus dones y habilidades es fantástico. Pero además, para encontrar tu camino te recomiendo algo muy sencillo: ¡muévete! A través de la acción y de vivir nuevas experiencias, puedes hallar tu verdadera vocación. Si lo piensas bien, no hay mejor manera de descubrir lo que te gusta que dedicándote a ello.
  • Puedes tener más de un sueño. A lo mejor te agrada practicar dos o tres actividades diferentes. Por ejemplo, puede que tus hobbies favoritos sean pintar y leer. Y no tienes por qué elegir sólo uno. ¡Incluso puedes combinarlos! Quizás algún día quieras ilustrar libros.
  • Escucha a tu niño interior. Cuando eres pequeño, te suelen preguntar qué quieres ser de mayor. A veces damos una respuesta muy clara: «Quiero ser astronauta». Y es probable que ahora no lo tengas tan claro. ¡Es normal! A medida que vamos creciendo nuestra mente va evolucionando. Con el paso de los años silenciamos a nuestro niño interior y olvidamos sus deseos. Si te encuentras en búsqueda de tu vocación, tal vez te ayude rescatarlo. Piensa en aquello que te apasionaba y que te hacía feliz en tu infancia. Puede que decidas retomar esa ilusión que tenías. Y si no es así, no te preocupes. El cambio forma parte de la vida.
  • Sé paciente contigo mismo. Haz lo quieres enfocándote en el presente. Es probable que si al principio no ves los frutos que esperas de tu trabajo, te preguntes ¿para qué estoy haciendo esto? Si es así, descansa. Y vuelve a intentarlo. Este camino está lleno de aprendizajes y descubrimientos. Requiere esfuerzo, pero te aseguro que merece la pena. Lo más bello de encontrar tu vocación es conectarte contigo mismo.

 

Patricia. Redactora. Voluntaria en Inspiranza. 

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