Yoga para dormir

Uno de los beneficios de la práctica de Yoga tiene que ver con su efecto en el sistema nervioso. Tanto el trabajo de relajación y respiración, como algunas secuencias de posturas para trabajar el cuerpo tiene una incidencia directa en la mejora de la ansiedad, el insomnio y el descanso. Cuando no duermes bien te sientes sin energía, te falta concentración, estás de mal humor. Si la situación de insomnio se prologa puede incluso afectar a tu salud y provocar dolores de cabeza y otros trastornos. Por eso hoy te proponemos 6 posturas de yoga para practicar antes de dormir. ¿Te animas a probarlo?

Yoga para dormir y encontrar la calma

En primer lugar, usa ropa cómoda y amplia para practicar con comodidad. Aprovecha si estás en pijama antes de acostarte y prueba a practicar estas posturas en la cama. Ten cerca alguna almohada o cojín por si quieres hacer una versión aún más cómoda de cada postura. Puedes ponerte alguna música relajante o sonidos que te ayuden a encontrar la calma.

¡Ah! Y no te olvides de la respiración. Durante la práctica inhala y exhala por la nariz intentando alargarla todo lo que puedas, especialmente cuando sueltes el aire. Una exhalación larga te ayudará a ir relajando el cuerpo y calmando la mente antes de dormir. Te recomendamos que mantengas cada postura un mínimo de 8-10 respiraciones largas.

6 posturas para mejorar tu descanso

 

Balasana

Comienza sentándote sobre tus talones. Las caderas apuntan hacia atrás mientras dejas caer el tronco hacia las rodillas. Mantén el cuello y la cara relajados. Si quieres, puedes usar una almohada para apoyar la frente sin esfuerzo.

 

Bujhangasana

Después de la flexión de Balasana, túmbate boca abajo y apoya tus manos a los lados del tronco a la altura del pecho. Al inhalar eleva ligeramente la cabeza y la parte alta de la espalda. Coloca las piernas ligeramente separadas. Si prefieres una versión más cómoda, apoya los antebrazos. Mantén la mirada al frente sin forzar el cuello.

 

Paschimottanasana

Siéntate con las piernas extendidas hacia delante y flexiona el tronco desde las caderas, acercándote a los muslos. Suelta la cabeza y relaja el cuello mirando hacia abajo. Relaja también los brazos; no te preocupes si no llegas a tocar los pies, no hay que perseguir ningún objetivo sino encontrar la calma. Si te apetece, flexiona las rodillas para que haya menos tensión en las piernas o usa almohadas o cojines para apoyarte.

 

Apanasana

Túmbate boca arriba relajando la espalda y los hombros. Dobla tus rodillas para llevarlas hacia el pecho abrazándolas. Si te apetece, muévete ligeramente hacia los lados para masajear la zona lumbar. Puedes mover también el cuello muy despacio hacia los lados. Quédate en la posición respirando en calma.

 

Torsión fácil

Desde la posición anterior, deja caer las rodillas hacia el lado izquierdo llevando tu mirada hacia el lado derecho. Coloca los brazos abiertos a lo largo de cuerpo para relajarlos. Puedes cerrar los ojos para disfrutar de la postura. Después de 8 – 10 respiraciones, cambia hacia el lado contrario, dejando caer las rodillas y los pies hacia la derecha y la mirada hacia la izquierda.

 

Savasana

Esta posición suele ser con la que se terminan las secuencias de Yoga. El momento del descanso y de no hacer nada. La clave es no moverte, de ahí su nombre. Túmbate boca arriba separando ligeramente las piernas, dejando caer los pies hacia los lados. Los brazos a lo largo del cuerpo con las palmas de las manos mirando hacia arriba. Puedes usar una almohada para la cabeza o colocarla debajo de las rodillas para que descanse la zona lumbar. Deja caer los párpados y nota que no hay tensión en tu mandíbula o en tu entrecejo. Mantén esta posición entre 15 y 20 respiraciones mientras notas como se va relajando tu cuerpo.

¡Feliz descanso!

Rosa. Profesora de Yoga y meditación. Voluntaria en Inspiranza. 

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